Análisis: Super Mario Odissey




“La eterna renovación de la fórmula de Super Mario”


Renovarse o morir dicen algunos, y eso es precisamente lo que parece llevar por bandera Nintendo con cada nueva entrega del fontanero. Desde el primer Super Mario Bros hasta Mario 3D World de Wii U hemos tenido muchísimas entregas de la icónica saga, pasando por míticos como Super Mario 64 o los Mario Galaxy de Wii. Sin olvidarnos de la ingente cantidad de ingente cantidad de entregas para portátiles o los títulos aparte de la saga principal pero basados en el universo de Mario, como el fabuloso Mario Kart o Mario Party.

Parece increíble la cantidad de productos que Nintendo es capaz de hacer sobre un mismo personaje sin perder la frescura y seguir vendiendo millones entrega tras entrega. Pero no es solo magia o fanatismo lo que se esconde detrás de su éxito sino un esfuerzo e implicación por parte de Nintendo para elevar a cotas cada vez más altas a su imagen principal.

Con este Super Mario Odissey Nintendo lo ha vuelto a hacer. Un nuevo puñetazo en la mesa de la marca nipona que reinventa un género que parecía no tener más vuelta de hoja por enésima vez y que Nintendo vuelve a subir el estándar y revoluciona por completo el género de las plataformas en tres dimensiones.

"Gameplay del juego en uno de los mundos que simula Nueva York. Mario puede montar motos."

Gráfica y artísiticamente el juego se ve de maravilla, sin ninguna duda es lo mejor de la saga del fontanero de largo pero donde realmente vemos un cambio significativo es en su jugabilidad. Además se mueve a 60 fps de manera muy fluida.

Posee un concepto de mundos grandes y bien diferenciados tomado prestado del legendario Super Mario 64, que rompe con la línea que parecía seguir con el arco de 3D World o 3D Land. Los mundos son coloridos, detallados y llenos de posibilidades; son capaces de fusionar el realismo con el preciosismo típico de Mario. 

En su jugabilidad se entremezclan los ya conocidos niveles en 3 dimensiones donde sigue sorprendiendo la imaginación de sus creadores, con ciertos niveles en 2D a la antigua usanza donde Mario se vuelve plano y las fases recuerdan a los primeros juegos.

Un concepto realmente brillante con el que el título juega constantemente. Cabe mencionar especialmente el despliegue imaginativo en los niveles más escondidos donde conseguir una sola energiluna puede suponer muchos intentos. La conclusión es que este Mario es un juego para todos, tanto para niños e impacientes como para los más completistas.

Esto no acaba aquí, cuando parecía que no quedaba más que añadir, los pupilos de Miyamoto nos vuelven a sorprender con un personaje añadido, la gorra "Capi". En este juego la gorra de Mario tendrá personalidad y vida propia, pudiendo hacer multitud de acciones con la misma.

Lanzarse, usarla para impulsarnos, usarla para golpear o recoger monedas, incluso controlar a los enemigos son solo unas de las muchas acciones disponibles con Capi. Si, esto significa que ahora no solo jugaremos como Mario o sus amigos, si no que multitud de enemigos serán controlables. Y no solo eso, si no que será imprescindible controlarlos y usar sus habilidades únicas para avanzar en los diferentes mundos. A todo el conjunto se le añade un control de la cámara mucho más suave y pulido que resulta una delicia.

"Mario controlando a los enemigos, pudiendo usar sus habilidades especiales"


En cuanto a la historia no hay novedad, sigue siendo rescatar a Peach de las garras de Bowser pasando por varios mundos. He de decir, que el juego resulta bastante infantil y fácil en su historia principal y que el único reto viene después, si queremos hacernos con las 880 Energilunas distribuidas por todos los mundos. Según las coleccionemos nos darán acceso a 2 mundos secretos a modo de End-game. Terminando con los coleccionables, estas energilunas no serán las únicas, ya que tambien podremos conseguir monedas únicas de cada mundo y las clásicas monedas doradas, ambas intercambiables por objetos para el juego, estéticos en su mayoría, permitiéndonos vestir a Mario a nuestro gusto.




NOTA

9


En resumen se hace algo corto y fácil pero es lo que se pretende, un juego basado en un sistema portátil que permite jugar en cortos intervalos de tiempo y siempre conseguir algo, de ahí el ingente número de energilunas, muchas de ellas sumamente fáciles de conseguir aunque otras quedan reservadas para los más completistas.

El título es una maravilla para los amantes de las plataformas que vuelve a elevar un poco más el listón de la industria. Una industria en la cual nadie se atreve a hacer frente en este género al titán de Nintendo, y con razón. Me emociona ver que después de tantos años, Nintento es capaz de seguir sorprendiendonos con Mario, esta vez dando vida a su gorra entre otras muchas novedades, y esto es algo que engrandece la industria de los videojuegos.



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