Análisis: Bloodborne


"Una noche de pesadilla donde la sangre es la principal protagonista"


Nos encontramos en Yharnam, una tenebrosa ciudad ficticia de corte gótico, en busca de una cura para nuestra enfermedad. Al llegar nos informan que la única cura para por la transfusión de sangre y accedemos a ella en una extraña camilla de un oscuro laboratorio. Caemos en una pesadilla y al despertar recorreremos la ciudad de Yharnam durante la noche de la cacería, una noche donde la población enloquecida se dedica a matar las bestias que asolan la ciudad.

Al morir, lo cual ocurrirá muchas veces, volveremos al sueño del cazador, una especie de nexo de unión entre mundos que nos permitirá subir de nivel, mejorar nuestro equipo o comprar objetos además de retornar a Yharnam. Tanto la localización como el nombre nos hace presagiar que el sueño no ha terminado.

Poco a poco nos convertiremos en un cazador de bestias, conoceremos la historia de la ciudad mediante las escasas intervenciones de los aún más escasos npc’s del juego y cada escenario, cada catedral o cada cementerio nos sumergirá poco a poco en la noche de la cacería.

Una premisa un tanto extraña, sin duda, pero que esconde no solo una buena historia sino también una jugabilidad exquisita. De los creadores de la saga souls, From Software, y con el dinero de Sony se nos brinda una obra maestra a todos los niveles.

"Nuestro protagonista caminando por la oscura y gótica ciudad de Yharnam"


Aunque en potencia gráfica bruta flojea un poco, como es típico en la empresa nipona, el diseño artístico lo suple con creces y cada escenario habla por sí solo. Cada pared, cada rincón o cada enemigo nos cuentan visualmente parte de la historia que subyace entre líneas. No pretendo spoilear nada pero incluso los diferentes finales nos dejan lugar a la interpretación.

La jugabilidad típica de From Software sufre un lavado de cara espectacular, es más ágil, más rápida y más técnica. Al golpear podremos recuperar parte de la vida perdida recientemente, esto lo cambia todo respecto a Dark Souls, pero lejos de perder el componente estratégico de los combates, esto incluso lo incentiva. Hemos de pensarnos muy bien contra qué enemigos nos conviene intercambiar golpes y con cuales es mejor guardar las distancias, pero el juego, inteligentemente, siempre nos pone el suculento caramelito de botonear sin parar recuperando vida, algo que nos llevará a la muerte en innumerables ocasiones.

Para los jugadores experimentados, este sistema lo hace aún más satisfactorio, permitiendo al jugador entrar y salir del rango de combate de una forma más ágil permitiendo más errores siempre y cuando el conjunto de mecánicas este bien ejecutado. Una delicia.

No acaba aquí el sistema. La dificultad, la marca de la casa. Si no es difícil, no es From Software. Pulida esta vez hasta cotas nunca vistas. El juego te reeduca de nuevo.

Si te gustaba la saga souls y su combate pausado, en Yharnam estás muerto. Bloodborne te obliga a ir de frente, a esquivar y a hacer parry para salir victorioso. Mientras en Dark Souls guardar las distancias y dar un golpecito para volver a retroceder era lo más sensato, aquí esta estrategia nos hará más mal que bien.

Enemigos que golpean rapidísimo con combos muy largos que si nos lo encadenan entero estaremos muertos. Para esto el título nos brinda el control de personaje más ágil y pulido hasta la fecha, pudiendo esquivar en el momento preciso y contraatacar con destreza para hacer un parry acto seguido y un golpe visceral. Eso sí, todo esto lleva su tiempo de aprendizaje y habilidad. No es moco de pavo.

"Interior de la catedral donde nos espera un jefe impresionante. La vicaria Amelia."


Pero, ¿Es realmente difícil Bloodborne?

A mí no me lo ha parecido en su primera vuelta, creo que posee una dificultad más adaptable que va creciendo conforme avanzamos y más asequible al jugador novato. Esto no quiere decir que sea fácil, de hecho muchos lo consideran el más difícil de los souls-borne pero para mí fue relativamente sencillo y con una curva de dificultad adecuada.

Ahora bien, el NG+ es otra historia. Mientras en los otros Souls, el NG+ era un paseo, puesto que el equipamiento y armas que llevábamos era muy superiores al reto que se nos brindaba, en Bloodborne la cosa cambia. Si quieres terminar la historia te lo pone más o menos “sencillo”. Comillas porque con From Software hablar de sencillo es reírse de la máxima dificultad de otros muchos títulos.

Pero ojo, si intentas jugar en NG+. Los enemigos quitan muchísima más vida, necesitas muchísimo más nivel para igualarte a los boses, algunos pueden matarte de dos golpes como es el caso de Ludwig o Lawrence, dos de los jefes finales del dlc y de los más épicos y difíciles de Bloodborne, pueden llegar a ser imposibles en NG+.

Una dificultad que me agrada muchísimo puesto que darle una segunda vuelta está lejos de ser un paseo como en otras entregas.

No queda mucho de qué hablar de este título. Se basa en su jugabilidad y diseño de niveles, cualidades las cuales cumplen sobradamente con matrícula de honor. Su música nos e queda atrás y produce una inmersión fascinante sobre todo en combates contra jefes finales, haciéndolos si cabe aún más sobrecogedores.


"Lawrence el primer vicario. El jefe más dificil del juego forma parte del DLC los viejos cazadores"


NOTA

9.5


Una obra maestra con todas las letras que solo tiene dos fallos. El apartado gráfico, la asignatura pendiente de From Software en todos sus juegos y que es un exclusivo de PS4. ¿Qué porqué digo esto último?

Porque es un crimen que esta maravilla se la estén perdiendo los usuarios de PC, XOne o Switch. Es el juego por el que adquirí una PS4 y desde luego que se la merece. Buena jugada Sony, y buena putada también.

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