Análisis: Portal 1 y 2
"La velocidad y el momento de inercia se conservan entre
portales"
Valve ha creado su IP single player más potente, con el
permiso de Half-Life. Seguimos en primera persona pero abandonamos el shooter y
nos armamos con una pistola de portales. La premisa es simple: Un portal azul y
uno naranja. Si entras por uno sales por el otro y viceversa.
Un villano carismático, una historia interesante y un montón de situaciones que deberemos
resolver sin disparar ni un arma, tan solo mediante el uso de la pistola de
portales y nuestra mente para resolver cada situación.
La primera entrega nos lleva de la mano durante trece salas
en dificultad creciente que deberemos ir resolviendo para descubrir porque estamos
encerrados en esas instalaciones como un sujeto de pruebas.
Después del desenlace de la primera parte nos topamos con
Portal 2, una auténtica obra maestra en todos los sentidos, que mejora en cada
posible aspecto a su predecesor. Se nota que los chicos de Valve querían
tantear el terreno con el primer Portal y viendo que la idea gustó mucho, con
la segunda entrega pusieron toda la carne en el asador. Y el resultado no pudo
ser mejor.
Una historia asombrosa, giros argumentales que cortan la
respiración y sobre todo, un nivel de puzles más allá de la imaginación.
Comienza explicándote los conceptos básicos pero el nivel va subiendo hasta
encontrar puzles que nos harán pensar de verdad, raramente atascarnos y cuya
resolución nos hará sentir esa sensación
de superación típica de la comparación innombrable. ¡Qué demonios! hagamos la
comparación. Portal 2 es el Dark Souls de los puzles de plataformas.
Y si la dificultad de la campaña principal no es suficiente
quedan dos sorpresas más. Por un lado una historia cooperativa, para dos
jugadores que resulta paralela a la historia para un jugador y no se siente para
nada un reciclado de mapeado si no un modo por derecho propio que eleva la
resolución de puzles a un nivel aún mayor.
"Si algo entra por el portal azul, sale por el naranja y al revés"
Por último, y la joya de la corona con la que Valve juega
siempre su as en la manga, la comunidad. Gabe Newell sabe bien que cualquier
inversión en talento de diseñadores siempre se quedará corta en comparación al
talento conjunto de toda una comunidad de enamorados por un juego. El resultado
es que el bueno de Gabe deja a los usuarios una herramienta de creación de
salas de la comunidad, donde cualquiera puede desarrollar una sala-puzzle que
deberemos superar, al estilo de los niveles individuales de la primera entrega
pero con todas las mejoras de Portal 2.
Dando lugar a un nivel de dificultad que pasa desde lo más
básico a verdaderas idas de olla de la gente. Todo regido por un sistema de
votos donde podremos ver cuáles son las mejores salas creadas por la comunidad.
NOTA
9
Valve ha creado una maravilla en lo jugable, innovando el
género de puzles más allá de lo inimaginable. Y si Half Life fue una revolución
para el shooter moderno, esto sin lugar a dudas, no se queda atrás.
El único motivo por el cual no le doy un 10, es por su
apartado gráfico y artístico. Se nota que los costes de producción se asemejan
más a un Indie que a un triple A. Y me parece una lástima que no se haya
invertido más en este aspecto, puesto que estaríamos hablando no solo de una
obra maestra a nivel jugable sino también de algo maravilloso a nivel visual.
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